Los gatos son una de las mascotas más higiénica que existen, y su baño es básicamente la caja de arena, que los ayuda a mantener esa fama. Los gatos, son unas compañías amorosas, y divertidas, a su vez sorprenden con su higiene y cuidado propio. ¿Qué son? Las cajas de arena son una especie de contenedores de baja altura y dimensiones justas para el gato, en donde se colocan unas piedras blancas, que están fabricadas específicamente para ser usadas a modo de sanitario. Dichas piedritas, se encargan de absorbe el líquido y además aquellos olores tan desagradables de los sólidos. Son una muy buena idea, ya que se pueden tener en los interiores de tu casa y no deberás preocuparte para nada por los olores malos. Lo único que debes hacer, es retirar una vez al día los depósitos, para mantener la caja en condiciones optimas.
¿Dónde colocarla?
Una vez que ya hayas elegida la caja y colocado las piedritas, debes elegir cual será su ubicación, basándote en la practicidad y comodidad. El piso es el lugar recomendado, ya que es firme, y queda a el alcance del gato. A su vez, debes buscar un lugar que sea algo ventilado, ya que de esta manera se airea mejor, y que tenga un buen nivel de iluminación.
La caja de arena, debes colocarla bien lejos de lugares de comer y de dormir. Además, debes recordar, que tu gato debe tener cierta privacidad al momento de utilizar al sanitario, ya que si estás pendiente de él cada vez que va a hacer sus necesidad, no las hará.
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