Un jardín es un espacio de libertad, recreación; en definitiva, el sitio indicado para modificar nuestras energías. Sin embargo, si presenta algunas complicaciones, si no es lo que se esperaba, presentamos a continuación cómo arreglar el jardín de manera sencilla y rápida.
Cómo arreglar un jardín en simples pasos
Los jardines siempre han sido ponderados desde la antigüedad, existe un motivo histórico-religioso que los liga a lugares de sumo placer, sitios en donde el hombre fue verdaderamente feliz para no volver a serlo nunca más (una mítica edad de oro). Sin ser tan trágicos, sin embargo, podemos trasladar un pequeño retazo de paraíso a nuestras casa y hacer con este lo mejor que podamos hacer. Por eso aquí te brindamos unas ideas para acomodar tu jardín de manera muy sencilla.
- Desecha todo lo que no sirva: Como hay que arreglar el primer paso es necesariamente destructivo. Por ende, es importante juzgar qué sirve y qué no, cuáles son los materiales que se pueden reutilizar, las estructuras que se deben respetar y lo que no, podemos regalarlo (siempre alguien le puede dar un flamante uso).
- Realiza un boceto: Este apartado es importante porque aporta organización al proceso. Un orden indispensable ya que si las tareas son muchas podemos confundirnos. Por lo tanto, en primer lugar, hay que diseñar un boceto donde se planifique casi todo: donde va una macera, una flor, un árbol, una cerca, un camino, etc. Pueden quedar cosas libradas al azar, pero hay que tratar que no sean muchas.
- Adaptación al jardín: Queremos arreglar, modificar; pero lo que es un hecho que estructuralmente se posee un jardín con determinadas características. En ese sentido, no siempre es bonito o grato a la vista un exceso de flores, árboles u hortalizas si hicieras una huerta. El orden, la armonía, en definitiva, es lo que hace bello y acogedor a un jardín.
- Los preparativos: Es importante tener la tierra idónea para que florezcan las plantas que quieras, realizar los hoyos e incluso si se crea un huerto dividirlo con un alambre o cerca.
- Plantar en grupo: Justamente en esa búsqueda de prolijidad y armonía, el plantar en grupos puede dar un efecto visual muy bonito. Y cuando se habla de plantar en grupo no solo mencionamos agrupar flores morfológicamente iguales o por color, sino también teniendo en cuenta si son perennes, anuales, de estación, etc.
- Mezclar: No es indispensable que por un lado estén las plantas, por otro la huerta y en un tercer espacio, por ejemplo, los árboles. Existe en la actualidad una tendencia en los jardines, sobre todo si no son de grandes dimensiones, a buscar la variedad, por lo tanto se vislumbran flores coloridas en conjunción con hortalizas que no florecen y también algún árbol, incluso bajo, para aportar belleza a todo el sitio. Una idea para poner en orden sin lugar a dudas cualquier espacio verde.
- Busca contrastes: Estas ideas son de decoración. A veces la belleza no se genera solo con la armonía, sino también con el contraste, con la variación abrupta. Mezcla pequeñas plantas, con voluminosas; plantas con espinas en conjunción a aquellas que cuenten con color intenso.
- Los colores son bienvenidos: Seguramente no tiene que ser un rasgo esencial, pero es indudable que las tonalidades o colores en las flores aportan alegría, vitalidad al jardín. Juega con sus combinaciones, querido lector y obtén un gran resultado.
- Elige una temática: Este podría ser tenido como el último paso, justamente porque es como el corolario, el hacer tras ver la totalidad de lo que va quedando. Una temática puede aportar unicidad al estilo del jardín, por ejemplo si tiene cuestiones de Feng Shui con árboles pequeños, piedras, caminos, reducidos estanques de agua; todo correctamente puesto para aportar armonía según esta suerte de filosofía del espacio y los objetos.
