Los suelos de plástico son ideales para modificar distintos ambientes de forma sumamente económica y sencilla.
Este tipo de suelos, se los puede adquirir en baldosas o también losetas, que existen una gran cantidad de colores, diferentes texturas y acabados. Además de tener un mantenimiento fácil y una limpieza rápida, su colocación también es fácil, solo se necesita pegamento, espátula, una cinta métrica, una escuadra y una trincheta.
Antes de comenzar, debes limpiar perfectamente la superficie que se va a cubrir, todo lo que sea restos de polvo o arena, ya que estos pueden evitar que el suelo nuevo se adhiera como se debe. Además, debes fijar de que el suelo se encuentre completamente nivelado y liso, ya que cualquier tipo de imperfección se hará notable.
Con la ayuda de la cinta métrica y una escuadra, marca el centro de la habitación y cuál será la posición correcta de la primera baldosa. Después, debes colocar el pegamento en el lugar que has marcado y con la espátula, distribuyes bien. Luego, se ubica la primera baldosa de plástico y de ahí, hacia los costados. Debes tener mucho cuidado de que no se formen burbujas ni espacios entre cada baldosa.
Al momento de llegar a pared, debes tomar la medida y cortar la baldosa del tamaño que corresponde con la ayuda de un cúter o trincheta. Si lo necesitas, puedes hacer primeramente una plantilla y después cortar la baldosa utilizando dicha plantilla.