Hermosa sensación la de estar tirado en la playa, observando el mar y la gente nadar. Cremas, bronceado, agua y…sol asfixiante. La consecuencia lógica de lo último además del deseo de ir al mar, es la sed, terrible enemiga que combate contra nuestra tranquilidad. ¿Qué hacer? Naturalmente, tomar algo, pero no siempre es fácil mantener en la temperatura exacta las bebidas, si es que elegimos la opción de no comprarlas en el mismo lugar, situación que por lo general erosiona de manera más rápida nuestro bolsillo. Acá te damos unos consejos para tener fría la bebida en la playa para este verano.
- Nevera o heladera portátil: Es la opción más común, extendida en muchos países del mundo. La pequeña heladera con hielo puede mantener por un tiempo cualquier bebida fría, aunque su peso y tamaño puede volverla un incordio en el traslado y el hielo se derrite fácilmente.
- El hoyo mágico: Una forma más casera y sencilla es la de cavar un hoyo cerca del mar y enterrar la bebida ahí ( si se la puede guarecer bajo la sombra mejor). El frío de la arena húmeda ayuda a mantener en una buena temperatura una cerveza o lo que sea.
- Recipiente con hielo y sal: Es una posibilidad que admite un poco más de sapiencia o sentido práctico, por lo menos. En un recipiente, y sobre todo con bebidas que ya están algo calientes, colocar agua, hielo y un poco de sal. Luego la bebida que sea y por una reacción química adquirirá la temperatura ideal para ser consumida.
Si los avances tecnológicos están a tu alcance
- En algunos rincones del mundo, se ha creado la Solar-cooler, una heladera que se alimenta de energía solar a través de sus placas. Mantiene durante 18 horas las bebidas en una temperatura a cinco grados.
- Otra opción es un pequeño frigorífico que se mantiene frío a través de un cable USB. Lo incómodo y negativo es que hay que llevar una notebook o tablet para conectarla y es tan chico que sólo entra una lata de cerveza.